miércoles, 15 de diciembre de 2010


Una gran mayoría de gente cree que Cristóbal Colón descubrió que la tierra era redonda, además de América, claro, y que los marineros que le acompañaban iban atemorizados porque al llegar a los confines de la tierra se iban a caer al abismo, o que terribles monstruos les estarían esperando para devorarlos.

Además la idea de la Edad Media que uno suele tener en la cabeza es la de un castillo tenebroso con mazmorras, y monjes quemando gente en la hoguera por osar poner en duda que la tierra es plana, o bien por otros motivos de más enjundia como el de tener un gato…

Lo cierto es que hacía tiempo que había oído hablar de Eratóstenes y su medición del radio de la tierra, pero a veces uno tiende a atar demasiados cabos, y piensas que seguramente en la Edad Media lo ignoraron, al igual que hicieron con toda la Cultura Clásica en general.

Indagando sobre este asunto descubrí que nada es lo que parece, y que en realidad hace tiempo (más de dos milenios) que la humanidad sabe que la tierra es redonda. Los motivos son varios:

- Mediante observaciones de las constelaciones durante viajes marítimos

- Por la sombra de la tierra sobre la luna durante los eclipses lunares

- Observaciones realizadas en viajes marítimos en los que las montañas u otros barcos parecen hundirse en la lejanía.



Lo cierto es que el mito de que en la Edad Media creían a pies juntillas que la tierra era redonda, parece venir del siglo XIX, más en concreto de la publicación del libro “La vida y viajes de Cristóbal Colón”, de Washington Irving, en 1828, que caló hondo en la cultura popular.


Investigando aún más, resulta que el debate no era ni mucho menos si la tierra era redonda o no, digamos que se aceptaba que lo era, pero entonces una gran duda les corroía: ¿qué pasaba con los habitantes del otro lado?

Para muestra un botón:

“Pero sobre la fábula de que existen los Antípodas, es decir, hombres que viven en el lado opuesto de la tierra, donde el sol se levanta cuando para nosotros se pone, hombres que caminan con sus pies opuestos a los nuestros, eso no es creíble en modo alguno. Y, ciertamente, no se afirma que se haya aprendido tal cosa por conocimiento histórico, sino por conjetura científica, basándose en que la tierra está suspendida dentro de la concavidad del cielo, y que tiene tanto espacio en un lado como en el otro: por ello afirman que la parte bajo nosotros también debe de estar habitada. Pero no remarcan que, aunque se supone científicamente demostrado que el mundo tiene una forma esférica y redonda, de eso no se sigue que la otra cara de la tierra esté libre de agua; ni tampoco, aunque estuviera realmente libre de agua, se sigue que esté necesariamente habitada”.

San Agustín de Hiponia (354-430)

Después de clarificar un poco este asunto de la creencia en la tierra esférica o plana, os pongo un vídeo explicativo con el sistema que empleó Eratóstenes para efectuar la primera medición conocida del radio terrestre allá por el 284 a.C.



Si alguno piensa que conocimientos básicos de geometría son suficientes para un descubrimiento de este calibre, está profundamente equivocado: hace falta que un loco convenza a otro aún más loco, para que este segundo cuente a pasos la distancia nada despreciable de 800 Km.

Más información en:

http://personales.ya.com/casanchi/rec/eratos.htm